Como todos los años desde finales de noviembre hasta uno o dos días antes de Nochebuena, tanto en las grandes ciudades como en los pequeños pueblos alemanes, comienzan los mercados de Navidad o Weihnachtsmarkt. Suelen situarse en las zonas céntricas, puestos llenos de luces que invitan a comer, beber, comprar productos típicos, adornos navideños…
La ciudad alemana de Espira (Speyer en alemán), pertenece al estado federado de Renania-Palatinado. Tiene unos 50.000 habitantes y es una de las ciudades más antiguas del país germano. El Rin pasa por sus tierras y podemos visitar aquí la Catedral románica más grande del mundo, donde yacen enterrados emperadores y reyes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1981. A unos metros de ella, se encuentra el Museo de la Tecnología de Espira, que bien merece una visita.
Que en Alemania se bebe mucha cerveza, es conocido por todos, pero viajando por este país, uno descubre que hay otras bebidas típicas de algunas regiones que igual no son tan famosas, como algunos vinos, sidras o licores. Y es que de todo hay que probar, porque como dice el refrán, allí donde fueres, haz lo que vieres.
Esto me pasó con el Lüttje Lage en la ciudad de Hannover, no apto para abstemios. En toda fiesta hannoveriana que se precie, además de la típica cerveza, no pueden faltar este tipo de chupitos que se sirven de dos en dos y que hay que tomarse de una sola vez (sí, es tan difícil como parece).
Si visitáis Würzburg, en Alemania, no os iréis sin ver el Palacio Residencial, la Fortaleza de Marienberg, la Catedral de San Kilian, el Grafeneckart, la Marktkirche, el Puente Viejo… Los monumentos y lugares más famosos de la capital de la región de Baja Franconia.
A la ciudad no le faltan encantos, pero por lo alejada que está del centro o por puro desconocimiento, la Iglesia de Wallfahrtskirche Mariä Heimsuchung, coloquialmente llamada Käppele, no es tan visitada como otros lugares de interés de Würzburg.
Lübeck es una población del norte de Alemania que destaca por su casco medieval (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987), sus ricos mazapanes y sus siete altas torres. Si bien merece una visita esta ciudad que fue la sede de la Liga Hanseática, no debemos dejar de pasear y descubrir todos esos rincones secretos que alberga y que pueden pasarnos inadvertidos si no miramos bien.
Me gustan muchísimo los lugares con historias bonitas y curiosas, en Alemania es fácil encontrar sitios de este tipo y más en ciudades tan bonitas como Heidelberg. Para mí es uno de los rincones más bonitos de las tierras germanas, por su río Neckar atravesado por el puente de Carlos Teodoro, su castillo, el camino de los filósofos y todo su casco histórico de ciudad universitaria milenaria.
Pero quiero detenerme en uno de sus monumentos, que pueden pasar desapercibidos a simple vista, pero que tiene un simbolismo precioso: Elisabethentor o la Puerta de Isabel. Sigue leyendo
Si algo me gusta además de viajar, es probar la comida, los postres y dulces típicos de cada lugar, asi que en mi viaje por la Selva Negra, no pude irme sin tomar algún que otro (no confesaré cuántos) pedazo de la tarta que recibe el mismo nombre que la región de la que es originaria.
Muchos son los restaurantes y cafés que anuncian tener este rico pastel, siendo fácil encontrar recomendaciones de aquellos sitios donde está más rica, donde se elabora con la receta tradicional pasada de generación en generación y también, cómo no, podemos disfrutar de la que es considerada la tarta Selva Negra más alta de todas las que encontraremos por esta región tan maravillosa.
Hildesheim es una ciudad que pertenece al estado federado de Baja Sajonia y está a media hora de la ciudad de la capital, Hannover. De este lugar destacan principalmente sus iglesias, numerosas y de gran importancia, algunas declaradas Patrimonio de la Humanidad, y su bonita Marktplatz.
Una de las cosas que más me gustan de viajar, es probar los platos típicos de la zona y es que la cultura de un país o de una ciudad, también comprende la gastronomía popular.
En la ciudad de Frankfurt am Main, uno de los aperitivos más típicos para acompañar una jarra de Apfelwein (vino de manzana, lo que llamamos en España sidra) de la región, es el Handkäs mit musik o lo que es lo mismo en español, queso de mano con música.
Niki de Saint Phalle fue una artista francesa que se dedicó a la pintura, la escultura y el cine. De su obra, destacan unas grandes esculturas llamadas «Nanas», que son figuras femeninas voluminosas, pintadas en vivos colores y formas muy dispares. La artista tuvo una especial relación con la ciudad de Hannover y gran parte de su obra sólo es posible verla en esta localidad alemana.
Chospando por el Mundo 